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lunes, 23 de diciembre de 2013


SÍNDROME VISUAL DEL ORDENADOR


El ser humano, durante la mayor parte de su historia evolutiva, ha utilizado de manera predominante la visión lejana. La visión cercana se usaba en momentos puntuales, como la alimentación, las relaciones sociales, etc. Raramente se estaba de manera prolongada observando objetos a unos 40 o 50 centímetros.
Bienestar. Síndrome visual del ordenador
El uso de pantallas de visualización de datos (PVD) se ha convertido en los últimos años en una actividad cotidiana que puede suponer, fundamentalmente en trabajadores de oficinas y en estudiantes, muchas horas de dedicación.
Esto facilita la aparición de molestias oculares, atribuidas por los mismos usuarios al uso del ordenador, así, frases como «el ordenador me da dolor de cabeza», «se me irritan los ojos», etc., se escuchan habitualmente.
Realmente existe un conjunto de síntomas que en ocasiones aparecen asociados al uso de PVD en el trabajo, y que se conocen como síndrome visual del ordenador (SVO). Los síntomas suelen tener poca importancia, pero son molestos y preocupantes para el usuario. Consisten básicamente en irritación ocular, sensación de cuerpo extraño, quemazón, picor, pesadez de párpados, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, visión borrosa…
Estos síntomas se producen fundamentalmente por dos motivos:

1. Estrés de la acomodación

2. Desestabilización de la película lagrimal

Cómo prevenirlo

domingo, 1 de diciembre de 2013

Claves para mantener un corazón sano



LO QUE DEBES SABER

  • Un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares.
  • Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso.
  • partir de los 40 años se recomienda realizar revisiones médicas periódicas, especialmente quien tiene antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
     
 1. Practicar ejercicio físico cada dia

El ejercicio más recomendable es del tipo aeróbico: correr, caminar con energía, nadar, o ir en bicicleta. Y los estudios demuestran que debe practicarse por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón. De lo que se trata, en definitiva, es de adquirir, y sobre todo mantener, el hábito de realizar actividad física con regularidad.
    
2. Seguir una dieta sana y equilibrada 

Los hábitos sanos para el corazón incluyen limitar el consumo diario de sal y de alcohol. Además, la dieta debe constar principalmente de frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa), y priorizar la grasa que procede del aceite de oliva, frutos secos y pescado azul, por sus beneficios sobre el sistema cardiovascular. El aporte de fibra (cereales integrales, legumbres, frutas) también es muy importante.